LO QUE NOSOTROS CREEMOS
Dios
Creemos en uno y solo Dios viviente, que es el Ser supremo. Su naturaleza es espiritual, es decir, sin cuerpo material, y por lo tanto, invisible a los ojos físicos. Tiene existencia propia y es eterno, nunca dejará de ser, de cuya presencia nadie puede esconderse, porque está en todas partes. No está sujeto a cambio alguno en su Ser, atributos o propósitos, porque es inmutable. Él es creador de todas las cosas y salvador del hombre. Nadie puede frustrar, ni detener sus propósitos, porque Él es Soberano. En Dios se encuentra todo poder, todo conocimiento, todo amor, toda misericordia, toda sabiduría y absoluta justicia y perfección.
Génesis 1:1 | Éxodo 33:20 | Números 23:19 | Deuteronomio 6:4 | Salmo 145:17 | Isaías 43:10-11; 44:6 | Jeremías 10:10 | Mateo 5:48 | Marcos 12:29-30 | Juan. 4:24; 5:26 | Santiago 1:17 | Tito 3:4,5 | Apocalipsis 19:6
Jesucristo
Creemos que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, Salvador y Redentor del hombre y único mediador entre Dios y los hombres. Él es el único camino para llegar a Dios y alcanzar la vida eterna. Él es uno con el Padre y con el Espíritu Santo; y por lo tanto, posee todos los atributos divinos. Y aunque fue verdadero hombre sin pecado, es también verdadero Dios. Jesucristo murió en la cruz por toda la humanidad, resucitó al tercer día, ascendió al cielo y está a la diestra del Padre intercediendo por la humanidad. Pronto vendrá nuevamente a la tierra, como el Gran Juez para recompensar a cada uno según sean sus obras.
Mateo 16:13-17 | Juan 6:69; 14:6 | Hechos 4:10-12; 10:42 | 1 Timoteo 2:5 | Hebreos 10:12 | Apocalipsis 22:12
Espíritu Santo
Creemos que el Espíritu Santo es un Ser personal. Él es uno con el Padre y con el Hijo, teniendo todas las características y atributos Divinos, por lo cual las Sagradas Escrituras lo reconocen como Dios. Él habita en los creyentes que han tenido limpieza de sus pecados, a través de su
santo bautismo, sellándolos para la salvación. El Espíritu Santo consuela, y guía al creyente a toda verdad. También los faculta con su poder divino y diferentes dones espirituales, con el propósito de edificar su iglesia, y testificar al mundo del poder de Dios.
Joel 2:28 | Mateo 28:19 | Juan 14:16; 16:13 | Hechos 2:2-4; 2:33, 3:12 | 1 Corintios 12:1, 14:12 | Efesios 1:13-14; 4:30.
La Trinidad
Creemos en la Trinidad: Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo, iguales en divina perfección. Creemos que, dentro de la unidad del ser de un único Dios, existen tres distintas personas, el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo. Estos tres comparten la misma naturaleza y los
mismos atributos, por lo tanto, estos tres son el único Dios.
San Mateo 28:19 | Hechos 5:3 | 2 Corintios 13:13 | 1 Juan 5:7
La Biblia
Creemos que las Escrituras del Antiguo y del Nuevo Testamento, son la verdad eterna, la Santa palabra de Dios, el mensaje del Creador al hombre, la autoridad decisiva en todo el ámbito de la fe cristiana y su práctica. Creemos que, aunque la Biblia fue escrita por hombres; éstos lo hicieron total y completamente inspirados por el Espíritu Santo. El Espíritu de Dios fue quien guió la elección de las palabras usadas en los escritos originales, y por lo tanto, las Sagradas Escrituras en su totalidad son inspiradas por Dios. Creemos que las Escrituras son infalibles, y libre de todo error. La Biblia es la exacta voluntad de Dios para la humanidad.
Salmos 119:89 | Mateo 5:18 | Marcos 12:36 | Juan 5:39; 10:34-35; 20:31 | Hechos 1:16; Romanos 3:1-4 | Gálatas 3:16 | 2 Timoteo 3:16 | Hebreos 4:12 | 2 Pedro 1:19-21,25 | Apocalipsis 22:18,19
Cobertura de la cabeza en la mujer
Creemos que la Palabra de Dios establece, que la mujer cristiana debe cubrirse su cabeza cuando ora o profetiza, y esto puede ocurrir en cualquier lugar, momento y circunstancia, dentro y fuera del templo. Además, la mujer debe llevar esa cobertura como símbolo del orden de autoridad que Dios ha establecido entre ella y el hombre. Así también la mujer debe de abstenerse de cortarse el cabello y el hombre no debe dejárselo crecer, estableciendo de esta manera, una distinción entre ambos.
Genesis 24:63-65 | 1 Corintios 11:1-16
Mensaje Universal
Creemos en el mensaje universal, proclamado por la iglesia verdadera del Señor a todo el
mundo. La iglesia es la portavoz de esa proclama y todo cristiano está comprometido a
colaborar para lograrlo. Este mensaje consiste en las buenas de salvación ofrecidas por gracia, mediante Jesucristo, a todos los hombres y mujeres sin acepción de personas, ni distinción de raza, nacionalidad o escala social.
Mateo 10:7; 24:14; 28:19-20 | Marcos 16:15,20
Mandamientos Adicionales
Creemos que además de los diez mandamientos, el Ser Supremo, ha revelado a través de las Sagradas Escrituras, patrones divinos de conducta, bajo los cuales se deben regir sus hijos; que son prescripciones que reflejan Su naturaleza y santidad, y cuyo objetivo es que el cristiano siga una vida de pureza general, preparándose para entrar un día al reino celestial. Que Jesús, Dios el Hijo, no vino a abrogarlos, sino por el contrario, dio mandamientos para enseñarnos a cumplirlos,
haciendo énfasis en la aplicación diaria de la vida del creyente. Que el Espíritu Santo siguió
trabajando, a través de los apóstoles, en la Iglesia primitiva dando preceptos a fin de ordenar un cuerpo santificado para el reino de los cielos. Entendemos que obedecer a Dios conlleva a bendición espiritual y física. Desobedecer al Dios trino, conduce a perder los favores divinos.
Deuteronomio 11:1 | Nehemías 9:13-16 | Salmos 19:7-8 | Eclesiastés 12:13 | Juan 14:15-16; 15:10 | Hechos 20:28
La segunda venida de Cristo
Creemos en el segundo advenimiento de Jesús a la tierra. Entendemos que su venida será visible y audible para todo el mundo; con poder y gran gloria, acompañado por millares de ángeles, para dar la recompensa a cada uno, según fueren sus obras. Que es inminente y será el acontecimiento de mayor proporción mundial en la historia de la humanidad. Que esta es la más grande y bendita esperanza que tiene la iglesia de Jesucristo. Creemos que Jesús viene por su iglesia después de la gran tribulación y antes del inicio del reinado milenial y que nadie puede saber el día ni la hora de su segunda venida, sino solo Dios.
Mateo 16:23; 24:27-31; 25:31 | Marcos 13:32-36 | Juan 14:3 | Hechos 1:10-11; 3:20-21 | Filipenses 3:20-21 | Colosenses 3:4 | 1 Timoteo 6:14 | 2 Timoteo 4:7-8 | 1 Tesalonicenses 4:16; 5:2-4 | Tito 2:13 | Santiago.5:7-8 | 1 Juan 3:2 | Apocalipsis 1:7; 20:4-5; 22:12,17
Ley de Salubridad
Referente a los alimentos creemos que la ley de salubridad bíblica, referente a los alimentos, debe ser observada por los hijos de Dios. Que las Escrituras establecen que Dios creó ciertos animales propios para la alimentación de sus hijos, mientras que otros no. Creemos que todos los animales que se designan como “inmundos” por Dios en Levítico 11 y Deuteronomio 14, no se deben de comer.
Genesis 7:2 | Deuteronomio 14 | Levítico 11 | Hechos 10:14 | 1 Pedro 1:16.
La Santa Comunión y Lavamiento de pies
Creemos que el sacramento de la Santa Comunión o Cena del Señor constituye un símbolo que expresa nuestra identificación con la naturaleza divina del Señor Jesucristo, un recuerdo de sus sufrimientos y muerte. Creemos que es un memorial del sacrificio de Jesús en la cruz del Calvario, donde se ofreció a sí mismo como el Cordero pascual, en un solo sacrificio por toda la humanidad.
Los elementos del pan y el jugo de la vid representan respectivamente el cuerpo y la sangre de Cristo que fue derramada como señal del Nuevo Pacto. Creemos que cada creyente puede y debe participar de esta ceremonia, teniendo su conciencia limpia y estando en comunión con el Señor y sus hermanos. Creemos en el lavamiento de pies, como señal de servicio, amor, y humildad.
Mateo 26:26-28 | Juan 13:1-7,15 | 1 Corintios 11:23-31 | Gálatas 5:19-24 | 1 Pedro 4:1
El Juicio Final
Creemos que el Juicio Final será llevado a efecto por Cristo, después de concluido el período del Milenio, cuando se llevará a efecto también la resurrección de los pecadores impenitentes. Que ningún ser humano queda exento de tal acontecimiento. Creemos que de todas las naciones y de todas las épocas de la historia humana, todos los hombres serán reunidos en la Presencia del gran juez, Jesucristo, para ser juzgados y recompensados según haya sido sus obras.
Mateo 16:27 | Hechos 17:31 | 2 Corintios 5:10 | 2 Timoteo 4:1 | Hebreos 10:26-27 | Apocalipsis 20:4-6,12-15
La Muerte
Creemos que toda vida, recuerdos, pensamientos, y esperanza, cesan en la muerte. Que el cuerpo del hombre vuelve al polvo de la tierra, del cual fue creado originalmente. Creemos que el alma reposa inerte en el sepulcro o en el lugar de la muerte, mientras que el espíritu o el aliento de vida vuelven a Dios que lo dio.
Salmo 6:5; 104:29; 115:17; 146:4 | Eclesiastés 9:5-6,10; 12:7 | Juan 3:13 | Hechos 2:29,34
La Conducta del Cristiano
Creemos que el cristiano debe adoptar un estilo de vida diferente al del mundo, y este estilo de vida debe estar en consonancia con los principios de Dios. Esta conducta que adopta el cristiano es una respuesta a la salvación por medio de Cristo. Creemos que no debemos practicar las cosas que nos vuelven al pecado o nos esclavizan en él, por tanto, debemos abstenernos de practicar todo vicio o actividad que debilite la razón y perjudique la sensibilidad de la conciencia, como son el consumo de bebidas alcohólicas, el tabaco en cualquiera de sus formas, el mal uso de narcóticos, drogas, y cualquier otra práctica que se convierten en destructores de nuestra salud y nuestra fe. Los cristianos somos los llamados a hacer la distinción del mundo actual, en testimonio a la obra que Jesús ha hecho en nosotros.
Juan 15:4-5,16; 17:15-16 | Romanos 6:12-13; 12:1-2 | 1 Corintios 6:19-20 | 2 Corintios 5:15,17 | Filipenses 4
La Profecía y Revelación
Creemos en la profecía y la revelación Divina por medio de sueños, éxtasis o visiones, como obra del Espíritu Santo. Que la manifestación de Dios, permanece vigente para su pueblo fiel en todo tiempo. Que el Señor da entendimiento del significado de las Escrituras, iluminando la verdad y señalando la aplicación de las mismas a los que le buscan en humildad, en oración y ayuno, para
hacer la voluntad de Dios.
Números 12:6 | Job 33:14-16 | Isaías 41:21-23; 46:9-10 | Joel 2:28 | Lucas 24:45 | Hechos 8:26; 10:3; 16:7-10 | 2 Pedro 1:21 | 1 Juan 2:27
La Resurrección de los Muertos
Creemos en la resurrección de los muertos cuando Cristo aparezca en gloria, en su segunda venida a la tierra. Que los fieles que están en los sepulcros serán levantados y juntamente con los fieles vivientes, serán arrebatados en el aire para recibir al Señor en las nubes y estar para
siempre con Él. Creemos que los que seamos levantados con Cristo seremos transformados en semejanza al cuerpo de su gloria, de nuestra actual condición corporal débil, frágil, mortal, y corruptible a una condición perfecta, inmortal, incorruptible y poderosa, en la cual ya no
estaremos más sujetos a la debilidad, dolor, sufrimiento y muerte. Creemos que al final del reinado milenario de Cristo con sus santos, los malos serán levantados de los sepulcros para ser juzgados y condenados al infierno.
Daniel 12:2 | Marcos 12:24-25 | Juan.5:28-29 | 1 Corintios 15:35-55 | 1 Tesalonicenses 4:15-18 | Apocalipsis 12; 13; 15; 20:4-6; 20:7-10
Bautismo del Espíritu Santo
Creemos que a todos los creyentes se les ha conferido el derecho y deber de esperar en la promesa de ser bautizado con el Espíritu Santo. Creemos que cuando el creyente recibe el bautismo del Espíritu Santo, es cuando experimenta en su plenitud la sublimidad del nuevo nacimiento. Creemos que la evidencia del bautismo en el Espíritu Santo es el hablar en lenguas desconocidas. Creemos que los resultados de este bautismo en el creyente, además de constituir un sello para la salvación, debe reflejar una mayor reverencia hacia Dios, consagración,
dedicación a su obra, ferviente amor al Señor y a su Palabra. Una mayor capacitación y poder para testificar de Jesús y el recibimiento de diferentes dones del Espíritu, para ejercer un
ministerio eficaz.
Lucas 24:49 | Juan. 7:37-39 | Hechos 1:4,5,8; 2:4; 2:38-39; 8:12-17; 10:44-46 | 1 Corintios 12:1,4,7-11 | Efesios 4:30
El Espíritu Santo
Creemos que el Espíritu Santo es un Ser personal. Él es uno con el Padre y con el Hijo, teniendo todas las características y atributos Divinos, por lo cual las Sagradas Escrituras lo reconocen como Dios. Él habita en los creyentes que han tenido limpieza de sus pecados, a través de su santo bautismo, sellándolos para la salvación. El Espíritu Santo consuela, y guía al creyente a toda verdad. También los faculta con su poder divino y diferentes dones espirituales, con el propósito de edificar su iglesia, y testificar al mundo del poder de Dios.
Joel 2:28 | Mateo 28:19 | Juan 14:16; 16:13 | Hechos 2:2-4,33; 3:12 | 1 Corintios 12:1, 14:12 | Efesios 1:13-14; 4:30
El Hombre
Creemos que Dios creó al hombre a Su imagen, conforme a Su semejanza. Que Dios le ha dotado de libre albedrío y de la facultad del intelecto, haciéndole capaz de tomar decisiones por sí mismo. Que todo hombre, desde su nacimiento es pecador, pero escogiendo el camino de salvación ofrecido por Jesucristo, puede ser separado y libre del dominio del pecado por la obra de la redención y el poder del Espíritu Santo en su vida. Que todos los hombres son iguales, con las mismas responsabilidades y los mismos privilegios ante Dios.
Génesis 1:26,27; 4:1 | Salmo 51:5 | Hechos 2:39; 10:34,35 | Romanos 5:12; 6:18; 8:1 | Gálatas 3:28; 5:24
El sábado
Creemos que el sábado, el séptimo día, el día reposo, establecido por Dios desde la fundación del mundo, como un símbolo de conmemoración a su obra creadora. El Sábado, como día de reposo, fue ratificado por Dios, como una demanda para la humanidad, cuando lo inscribió con su propio dedo y lo declaró el cuarto mandamiento del decálogo. Este debe ser un día de adoración colectiva y encuentro personal con Dios. Se debe observar, según la pauta bíblica, desde la puesta del sol del viernes, hasta la puesta del sol en sábado. Dios bendijo y santificó este día, con el propósito de que sus hijos hicieran un alto en sus labores, y se acordaran de su Creador y de su grandiosa obra. Dios prohíbe que en este día laboremos, o que entremos en negocios. El quebrantamiento de este mandamiento es tan grave como el de cualquier de los otros nueve, y constituye pecado delante de Dios.
Génesis 2:2-3 | Éxodo 20:8-11; 31:13-17 | Deuteronomio 5:12-15 | Isaías 56:5-6; 58:13-14 | Ezequiel 20:12; 20,20 | Mateo 12:1-12 | Marcos 1:32; 2:27-28 | Lucas 4:16 | Hebreos 4:1-4,9
El Matrimonio
Creemos que el matrimonio es creación Divina y no del hombre. Fue ordenado por Dios en la creación y es confirmado en el Nuevo Testamento por Jesucristo. Debe ser una relación entre un hombre y una mujer, disoluble solamente por la muerte. Incluye un compromiso voluntario y sin reserva del uno para el otro y es sobre todas las relaciones humanas. Creemos que el matrimonio es una unión reconocida y validada por Dios, ya sea en un contrato solemnizado por la iglesia o por el estado y aunque los contrayentes sean creyentes o no. Un documento llamado divorcio, aunque legal delante de los hombres, desde el punto de vista de Dios no quebranta la unión matrimonial. Personas divorciadas que entran en una segunda relación matrimonial mientras su primer compañero está vivo, quebranta el séptimo mandamiento de la ley de Dios al estar bajo pecado de adulterio y esa unión no es reconocida por Dios.
Génesis 2:21-24 | Mateo 5:32; 19:3-6,9 | Marcos 10:6-9; 10:11-12 | Lucas 16:18 | Hebreos 13:4 | Romanos 7:1-3 | 1 Corintios 7:10-16,39
El Discipulado
Creemos que el Discipulado cristiano consiste en un llamamiento especial y directo del creyente para dedicarse por entero al servicio de Dios. El discipulado cristiano es más que ser un creyente, es responder al llamado especial del Señor a una entrega total e incondicional a la tarea misionera de predicar las buenas nuevas de salvación. El discípulo cristiano coloca todo lo que es y todo lo que tiene a la permanente disposición de Dios.
Mateo 4:18-19,21-22; 8:22; 10:38; 28:19 | Lucas 9:2
La Iglesia
Creemos que la iglesia es el cuerpo de Cristo. El organismo a través del cual el Salvador opera los negocios del reino de los cielos. El Cuerpo de Cristo está formado por todos los verdaderos creyentes desde el tiempo de Pentecostés hasta la segunda venida de Cristo. Esta iglesia tiene
como característica, que sus miembros guardan los mandamientos de Dios, tienen la fe de Jesús y se manifiesta en ellos el Espíritu Santo. La iglesia también existe para brindar fraternidad, unir en lazos de amor a cada miembro del cuerpo de Cristo, y que de una manera organizada
trabajen a favor de Él. Esta iglesia es visible y representa el pueblo de Dios organizado para Su servicio. Cumple la gran comisión dada por Cristo, de llevar el Evangelio a todo el mundo, y preparar un pueblo para su glorioso retorno.
Mateo 16:18; 21:4,43; 28:19-20 | 1 Corintios 12:12-27 | Efesios 5:23,30 | Apocalipsis 12:17; 19:10
El Decálogo
Creemos que los Diez Mandamientos revelan el patrón Divino de conducta para la humanidad, por cuanto ellos encierran los principios morales y religiosos más elevados y puros que la sociedad humana pueda haber conocido. Ellos definen nuestra relación con nuestro Creador y Redentor, y nuestro deber para con nuestros semejantes. La desobediencia a los mismos es definida en la Biblia como pecado, por cuanto es transgresión de la ley de Dios. Y en guardarlos hay grande galardón.
Éxodo 20:3-17 | Deuteronomio 3:5-8 | Salmo 19:7-11 | Eclesiastés 12:13 | Mateo 22:36-40 | Romanos 3:20; 7:7 | 1 Juan 3:4
El cristiano y la Política
Creemos que el ministro no debe involucrarse, ni tomar parte activa en los asuntos relacionados con la política. Creemos que se debe cumplir con los deberes civiles y de ciudadanos, sin que
estos estorben nuestros deberes para con Dios.
Juan 17:14-16 | Filipenses 3:17-20 | Colosenses 3:1-4
No Imágenes
Creemos que el Segundo mandamiento del decálogo prohíbe tanto el hacer como el tener imágenes o representación de las cosas creadas por Dios en el cielo, en la tierra y en la mar. Que no debemos inclinarnos, ni honrar dichas imágenes y semejanzas.
Éxodo 20:4-7 | Deuteronomio 4:15-19; 5:8-10
La Vida Eterna
Creemos en la gloria o vida eterna para los fieles que participaron de la primera resurrección. Que la vida eterna consiste en estar con Dios disfrutando de su presencia en toda su plenitud, por toda la eternidad. Que será en los cielos, preparado por Jesucristo como el lugar de habitar los redimidos.
Isaías 65:17; 66:22 | Mateo 13:43 | Juan 14:2,23; 2 Corintios 5:1 | Filipenses 3:20-21 | 2 Timoteo 2:10 | Hebreos 11:9-10 | 2 Pedro 3:12-13 | Apocalipsis 7:9-17; 21:1-5; 22:1-5
Santidad
Creemos en la santidad, que es libertad de pecado. Que el creyente debe vivir conforme a ella, es decir, vivir apartado y separado del pecado y consagrado a Dios, libre de las costumbres del mundo. Que la santidad es un suceso progresivo que se inicia con la conversión, continúa con el bautismo del Espíritu Santo y se extiende hasta el fin de la existencia misma. Creemos que el
grado de santidad se demuestra, y se pone de manifiesto por los frutos, carácter y conducta del creyente.
Mateo. 7:16-17 | Lucas 1:75; 6:43-44 | Juan 15:1-16 | Romanos 6:19,22; 7:4; 12:1 | Gálatas 5:22-23 | Efesios 4:24; 5:9 | 1 Tesalonicenses 3:13 | Hebreos 12:14 | 1 Pedro 1:15-16; 5:23-24 | Apocalipsis 22:11
El castigo eterno
Creemos que el infierno o lugar de castigo, es real y eterno; que será al fin del milenio. Está preparado para el diablo y sus ángeles, y todos aquellos que han vivido en incredulidad, rebeldía y desobediencia a Dios; en rechazo a la soberanía de su Gobierno Divino y a los principios de su santa voluntad, rechazando así también el plan de salvación ofrecido por Cristo.
Daniel 12:2 | Mateo 13:42; 22:13; 25:41 | Lucas 16:23 | Marcos 9:48 | Romanos 2:8-9
Bautismo de Agua
Creemos en el bautismo de agua por inmersión del creyente, en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Que es un acto de obediencia, simbolizando la fe del creyente en su Salvador y la muerte de sí mismo al pecado, la sepultura de las viejas normas de la vida, y la resurrección de una vida nueva en Cristo Jesús, lo cual afirma nuestra salvación. Creemos que toda persona antes de ser bautizada debe haber experimentado un despertar espiritual a través de su fe en
Cristo, dando pruebas de un arrepentimiento sincero, habiéndose apartado completamente de sus pecados y de su amor para el mundo. Obedeciendo los mandamientos de Dios y practicando la fe de Jesús.
Mateo 3:5-6,16; 28:19-20 | Marcos 16:16 | Hechos 2:38; 16:30-33; 22:16 | Romanos 6:1-6 | Colosenses 2:12-13
Salvos por Gracia
Creemos que la salvación sólo se obtiene por medio de Jesucristo, quien ofreció su vida sin pecado como sustituto por el culpable. Que es por gracia, por la fe. Que el arrepentimiento es necesario para recibirla. Que el hombre es libre para aceptar o rechazar la oferta de salvación que le hace Cristo. Que las buenas obras, y la obediencia a los preceptos que Dios ha establecido en su palabra, son el resultado y el testimonio de una salvación genuina. Que el hombre que da sus espaldas a Dios y no persevera en el camino de salvación, pierde dicho privilegio.
Mateo 11:20-24; 18:21-35 | Juan 4:39-42 | Hechos 1:2 | Romanos 8:17 | Filipenses 1:6 | 1 Pedro. 1:5; 3:7
La sanidad divina
Creemos en la sanidad divina, es decir, en los milagros de sanidad del cuerpo humano, realizados por Jesucristo, a través de la oración y la fe depositada en el poder de Dios. Que Dios efectúa el milagro de la sanidad en el cuerpo y la mente humana, cuando es Su voluntad hacerlo. Creemos que Jesucristo legó esta autoridad a su iglesia y que la misma continúa ejerciéndola, que los ancianos de la iglesia, investidos con el Espíritu Santo, son llamados a orar por el enfermo, ungiéndole con aceite. Que la oración de fe sanará al enfermo, y el Señor lo levantará.
Mateo 10:8 | Marcos 1:34; 6:12-13; 16:17-18 | Lucas 10:19 | Santiago 5:14-15
Ayuno y Oración
Creemos que el ayuno y la oración son factores que fortalecen al cristiano. Que son el ejercicio más eficiente que el cristiano pueda realizar para hacer resistencia a las obras o manifestaciones
de la carne. Que la práctica del ayuno y la oración, ofrecidos a Dios en forma sincera y genuina, son dos de las actitudes que con mayor efectividad le permiten obtener el auxilio divino, en cualquier circunstancia. Que estas actividades tienen como objetivo, además, consagrarnos más a Dios.
Ester 4:15-17 | Isaías 58:1-8 | Jonás 4:4-10 | Marcos 9:29 | Lucas 4:1-4 | Hechos 10:30-31 | Santiago 4:7-10
El discipulado
Creemos que el Discipulado cristiano consiste en un llamamiento especial y directo del creyente para dedicarse por entero al servicio de Dios. El discipulado cristiano es más que ser un creyente, es responder al llamado especial del Señor a una entrega total e incondicional a la tarea misionera de predicar las buenas nuevas de salvación. El discípulo cristiano coloca todo lo que es y todo lo que tiene a la permanente disposición de Dios.
Mateo 4:18-19,21-22; 8:22; 10:38; 28:19 | Lucas 9:2